La famosa escena de la ducha en la película “Psicosis” (1960) de Alfred Hitchcock es una de las escenas más emblemáticas y aterradoras en la historia del cine.

 Esta escena, en la que la protagonista Marion Crane es apuñalada en la ducha, se ha convertido en un hito del cine de suspense y ha influido en numerosas películas posteriores.

La escena fue meticulosamente planificada y filmada por Alfred Hitchcock. Aunque solo dura alrededor de 45 segundos, se necesitaron siete días de filmación para lograr el resultado deseado.

Hitchcock fue extremadamente minucioso en cada detalle, desde los movimientos de la cámara hasta la edición y los efectos sonoros.

Para crear la sensación de violencia sin mostrar realmente las apuñaladas, Hitchcock utilizó una serie de rápidos cortes de edición y planos sugerentes. 

También trabajó en estrecha colaboración con el compositor Bernard Herrmann para crear la famosa música de la escena, conocida como “el grito de violín”. 

Este sonido agudo y discordante aumenta la tensión y el impacto emocional de la secuencia.

La escena de la ducha en “Psicosis” se ha convertido en un ejemplo magistral de la habilidad de Hitchcock para crear suspense y manipular las emociones del espectador. Es un claro ejemplo de su genialidad como director y su capacidad para crear momentos icónicos en el cine.