Fui al cine para ver a Ray Liotta y salí con una grata sorpresa: la película resultó ser una comedia de terror con un gran sentido del humor negro. Basada en la sobredosis real de un oso negro estadounidense de más de 90 kilos en 1985, la cinta ilustra cómo la imprudencia humana puede poner en peligro la vida salvaje.

Aunque Ray Liotta destaca en el reparto, su personaje es el causante de todo, más no el protagonista. Todos los personajes, interpretados de manera sarcástica y exagerada, están muy bien logrados y logran conectar con el espectador.

Desde el inicio, se nota que la película es una propuesta para divertirse, pasar un buen rato y reír sin parar. Si tienen la oportunidad de verla en el cine, les invito a esperar la escena post-créditos.

Cabe destacar que este fue el último papel cinematográfico completo de Ray Liotta antes de su muerte el 26 de mayo de 2022. Liotta falleció una semana después de volver a grabar sus líneas en posproducción.

Su directora, Elizabeth Banks, quien no tuvo mucho éxito con películas como Los ángeles de Charlie en 2019, logra aquí salir a flote y ofrecer una muy buena comedia entretenida, llena de momentos que te harán parar la respiración de manera constante.