Hoy quiero hablarles sobre la nueva serie de Netflix llamada Bronca, una tragicomedia protagonizada por Steven Yeun y Ali Wong que cuenta la historia de dos personas que se unen de manera completamente alocada y cómicamente desastrosa a partir de un altercado en el tránsito.

La serie consta de 10 episodios de poco más de media hora cada uno, y en cada uno de ellos se nos presenta una escena introductoria con un fuerte contraste sonoro y visual que da la línea para empezar a mostrar la línea de ese capítulo. Este recurso narrativo es muy efectivo para mantener al espectador enganchado y crear una sensación de intriga que se mantiene a lo largo de toda la serie.

La trama de Bronca nos hace cambiar constantemente de bando y nos genera la interrogante de quién es el dueño de la verdadera revancha. ¿Los protagonistas, interpretados por Yeun y Wong, buscan venganza o justicia? La respuesta no es tan sencilla como parece, y es precisamente ahí donde la serie se para en un lugar imparcial que invita a que se piense que las cosas no son tan blanco y negro.

Sin embargo, más allá de la trama, lo que realmente hace que Bronca sea una serie tan buena es la actuación de sus protagonistas. Steven Yeun, conocido por su papel como Glenn en la icónica The Walking Dead, se aleja de su personaje anterior para dar vida a un hombre que lucha con su propia moralidad. Por su parte, Ali Wong, conocida por un pequeño papel en la película Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn), nos sorprende con una interpretación llena de matices y complejidades.

En resumen, Bronca es una serie que vale la pena ver. Es entretenida, emocionante y te invita a reflexionar sobre temas como la venganza y la justicia. Además, su corta duración y ritmo ágil la convierten en una opción ideal para maratonear en una tarde libre. Así que si todavía no la has visto, ¡no esperes más!