El 20 de Septiembre Netflix estrenó un nuevo experimento. Criminal, serie detectivesca psicológica, donde veremos la historia de doce sospechosos, con relatos diferentes y realizadas en 4 países, España, Alemania, Francia y el Reino Unido.

El set nunca cambia, es una sala de interrogatorio y está compuesta por dos cuartos adyacentes separados por un espejo de dos caras de alguna central policiaca del país en cuestión. Cada capítulo es independiente y nos encontramos con oficiales que encaran diferentes casos, interrogando a los sospechosos de algún crimen, tratando de encontrar la verdad, al mismo tiempo que estos lidian entre ellos y sus propios problemas personales.

Generalmente y ahí es parte del atractivo que tiene esta serie, es que estamos acostumbrados a ver en estas producciones policíacas, es a ver asesinatos, la llegada del equipo forense al lugar y los primeros pasos de las investigaciones, sin embargo aquí vamos directamente a la sala de interrogatorio sin conocer nosotros el contexto previo. Los grupos de policías de cada país tienen mucho en común, pero cada personaje incriminado es muy diferente, y estos se enfrentan a la situación con actitudes dispares y aguantan el interrogatorio con perspicacia y dureza muy distantes entre si.

Algo interesante que mencionar, es la parte técnica, actoral y dirección de cada capítulo, así como los excelentes diálogos y guiones que en su gran mayoría están escritos por el director español Manuel Martín Cuenca, de quién ya he realizado varias recomendaciones, gracias a sus impecables propuestas cinematográficas que el suele realizar.